¿Cómo escoger el camino adecuado? ¿Cómo saber si el escogido es el que nos llevará a donde queremos? ¿Cómo saber si realmente tenemos la capacidad de escoger o estamos simplemente siguiendo el curso de la historia... siguiendo el destino?
Muchos de nosotros trazamos un plan de vida de acuerdo a muchos criterios y elementos que la vida misma o nuestros antecesores nos han proporcionado. A medida que nuestro plan de vida avanza, aparecen acontecimientos que de alguna forma alteran ese plan, dándole giros a nuestra vida que ni nosotros mismos esperábamos y poniéndonos en sitios jamás imaginados. Lo interesante de esto es que muchas veces el camino trazado resulta ser muy distinto del planificado, algunas veces para bien y otras para mal, pero que -independientemente del resultado- tarde o temprano nos hacen volver la hacia vista atrás y preguntarnos cuestiones como las que inician este post.
Es intrigante para el ser humano no saber si somos unos simples elementos de un plan maestro de la vida, en donde estamos condenados a un destino trazado desde antes de que existiéramos o si -por el contrario- somos artífices de nuestra vida, en donde cada paso que damos nos abre un sinnúmero de puertas y posibilidades hacia un destino final imaginado por nosotros.
Antonio Machado opinaba lo segundo y lo dejó plasmado en su famoso poema que Serrat popularizó:
Muchos de nosotros trazamos un plan de vida de acuerdo a muchos criterios y elementos que la vida misma o nuestros antecesores nos han proporcionado. A medida que nuestro plan de vida avanza, aparecen acontecimientos que de alguna forma alteran ese plan, dándole giros a nuestra vida que ni nosotros mismos esperábamos y poniéndonos en sitios jamás imaginados. Lo interesante de esto es que muchas veces el camino trazado resulta ser muy distinto del planificado, algunas veces para bien y otras para mal, pero que -independientemente del resultado- tarde o temprano nos hacen volver la hacia vista atrás y preguntarnos cuestiones como las que inician este post.
Es intrigante para el ser humano no saber si somos unos simples elementos de un plan maestro de la vida, en donde estamos condenados a un destino trazado desde antes de que existiéramos o si -por el contrario- somos artífices de nuestra vida, en donde cada paso que damos nos abre un sinnúmero de puertas y posibilidades hacia un destino final imaginado por nosotros.
Antonio Machado opinaba lo segundo y lo dejó plasmado en su famoso poema que Serrat popularizó:
Caminante son tus huellas
el camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
el camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
¿Que opinan ustedes? ¿Trazamos caminos o simplemente los encontramos trazados?
Imagen: http://miradainocente.blogia.com
Imagen: http://miradainocente.blogia.com